miércoles, 17 de diciembre de 2008

LA INDIGNA ESPERA EN LOS HOSPITALES Y CONSULTORIOS PUBLICOS

La indigna espera en los Hospitales y Consultorios Públicos
categorias: Local - Sociedad - Columna

A pesar de las promesas,de los recursos invertidos, esto no cambia. ¡Exigimos una Atención en Salud Digna!

Leído 2906 veces

Escrito por Jose Gatica

Cuando era niño entre los 10 y 11 años en el colegio me gustaba saltar, y pensar que era un gran atleta , que era capaz de brincar un océano completo de un solo impulso. En fin sólo era un Niño.

Mi madre para ese entones sólo me repetía majaderamente que tuviera cuidado, que me podría pasar algo, de tanto saltar , y ella sabía . Como un pariente de Nostradamus ,dicho y echo ,en uno de mis saltos en los neumáticos del colegio , enrede mi pie derecho con uno de los soportes, provocando en seguida una fractura doble en mi peroné. Los profesores no lograron parar mi llanto y decidieron llevarme al hospital.

Mi madre una vez avisada se reunió conmigo. Yo y mi dolor logramos enfrentar la ventanilla. Un sujeto vestido de blanco y con lentes poto de botella que me preguntaba , ¿qué te paso? Yo sólo respondí me caí, pues no sabia la gravedad de mi lesión. El sujeto con tono de risa me dijo: Bueno tienes que esperar, toma asiento , que tu ficha esta ingresada.

Hasta ese entonces yo nunca había estado en una sala de espera en un hospital. Tomé asiento en el pasillo repleto de niños con diferente enfermedades y todos de urgencia. Todos con madres acongojadas. Mi dolor era muy fuerte y sólo quería que me pasara el sufrimiento y no me atendían.

La primera hora ya se había cumplido. Pronto el dolor se hizo parte de mí. Y las horas seguían pasando. Eran las tres de la mañana cuando un auxiliar menciona mi nombre. Muchos niños con dolor me miraban con envidia porque ya me atendían. En seguida un hombre con su cara tapada, tomo el tobillo y me dijo: Mi niño te quebraste.

hospitalYeso ,una dipirona, pa’la casa y reposo treinta días. Esas horas fueron un infierno. Sólo quería irme de eso que llamaban hospital. La angustia, el dolor, la ansiedad y el cansancio me marcaron por mucho tiempo . Me prejuiciaron con la salud pública. Aunque en un par de años la volvería a visitar.

Cuando nuestra Presidenta de la Republica era Ministra de Salud , se le encomendó la tarea de eliminar las colas de los consultorios y hospitales públicos. Y disminuir la espera a un máximo de media hora por una atención.

Muchos de los que escuchamos la noticia saltamos de euforia y alegría. Por fin los pobres podrían tener una atención digna, con trato digno, con menos dolor.

La tarea no es fácil pensé yo, pero creía que era posible . Prueba de ello es que muchos datos, le daban la razón a la Ministra de salud del momento. Yo confiado que esto era así me quede tranquilo y confiado. Más ahora, con la noticia del Auge y la ampliación del Hospital Hernán Henríquez.

La Historia se repite: El mismo Hombre, los mismos lentes

Bueno confiaba en una mejora. La semana pasada en la institución en la cual trabajo un adolescente, representando al colegio en una pichanga escolar sufrió una caída fracturándose el antebrazo derecho. Enseguida la decisión fue llevarlo de urgencia al hospital regional ( seguro escolar decreto supremo 313 del 12 mayo 1972 ley 16744).

Suerte la mía , fui el profesor acompañante del joven. Llegamos a recepción el día martes a las 19 horas. Yo creyendo que era una día sin tanto trabajo en la asistencia ( día normal según respuesta del guardia del hospital ). Error, pues se me vino a mi mente ,mi experiencia de niño. Parece que la escena era la misma. El mismo señor con lentes poto de botella preguntando que te pasó y con la misma sonrisa, por la respuesta del chico ,me caí .

Yo, con ira, exigí atención pero no respondían. Había gente con dolor antes que mi alumno y con más tiempo de espera. Bueno las horas pasaban eran las 23:50, a minutos del miércoles y otra escena se repitió con el yeso ,el reposo ,la aspirina y hombre con la boca tapada .

hospital1Nunca pensé que con todo lo prometido, con toda la inversión en salud, la misma imagen de niño, después de 25 años se repetiría y con más fuerza. Con el viejo de lentes de poto de botella, con las mismas colas , con la misma indignidad, con la misma falta de respeto para las personas , a pesar del dolor y el trauma de la espera.

¡Que les pasa Señores del poder! ¡Que se creen, que el dolor es papita para el loro! ¡Acaso Ministra Barría conoce las colas , conoce la espera, conoce los pobres! ¡ Amigos míos de la oPiñón. Hasta cuando hay que esperar!¡Será que en 25 años más, la fábula continuara! ¿La paciencia durará para siempre?

¿Será que el viejo de lentes poto de botella es inmortal?¡Hasta cuando! Nosotros los simples mortales debemos denunciar. Alcemos nuestra vista y miremos. Pregonemos que la cosa no cambia.

La salud pública es mala. El dolor esta presente. Las filas están más largas. La espera sigue. La gente se muere en los pasillos.

¡Señores del poder! La cosa no cambia. Como tampoco el viejo de lentes “poto de botella”.

No hay comentarios: